Con el otoño están cayendo tantas hojas como candidatas al Oscar. Desde hace varias semanas, la carrera por hacerse con el máximo galardón cinematográfico del mundo está en marcha. Un camino que iniciaban 20 películas como grandes favoritas, pero de la que ya se ha caído alguna que otra.
Si hace unos días hablábamos de que Amsterdam (David O. Russell) había fallado a lo grande en su lanzamiento ante crítica y público, ahora es el turno de Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades. La película del dos veces ganador del Oscar Alejandro González Iñarritu había generado gran expectación a lo largo de los últimos meses y todos la colocaban en uno de los puestos cabeceros de la carrera por el Premio de la Academia. Sin embargo, todo se ha torcido.
La crítica no ha tenido piedad de una película considerada demasiado ambiciosa y un constante intento por hacer una obra maestra que termina por desdibujar el resultado. Pocos elogios para una cinta en la que el ego parece habérsele ido de las manos a nuestro queridísimo Alejandro González Iñárritu
Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, es una crónica de incertidumbres donde el protagonista, un reconocido periodista y documentalista mexicano, regresa a su país enfrentando su identidad, sus afectos familiares o la absurdidad de sus memorias, así como el pasado y la nueva realidad de su país. El filme llegará a los cines de forma minoritaria este próximo mes de noviembre y hará lo propio el 16 de diciembre en la parrilla de Netflix. Cada vez se aclara más la carrera por el Oscar.