Tenía el mundo en sus manos, pero todo se truncó. En cualquier lista de despropósitos, siempre hay un hueco para Lindsay Lohan. La actriz parecía nacida para el estrellato, pero desaparecía progresivamente de la gran pantalla. De hecho, a una edad a la que debía estar enlazando un éxito tras otro, la actriz ya estaba arruinada. Es lo que tiene cuando tus gastos siguen siendo los mismos cuando trabajas que cuando no. Esto la llevaría a que hacienda congelase sus cuentas de forma indefinida. Solo un préstamo de 100.000 dólares de su amigo Charlie Sheen salvó a la actriz del desastre.
Con solo once años, la gracia de la pecosa Lindsay hizo que Disney apostase por ella a lo grande. Juego de Gemelas, Una Auténtica Muñeca, Ponte en mi lugar,… El desparpajo de la joven no tenía límites. La compañía del ratón tenía claro que había dado con un diamante en bruto, pero todo se torcería con el paso de los años y las infinitas adicciones insanas de Lohan. La polémica y el escándalo iban enredándose en su ropa hasta terminar por hundirla.
Cierto es que ha seguido trabajando durante todo este tiempo, pero en cintas cada vez más irrelevantes. De hecho, hablar de películas de Serie B es ser generoso. Por suerte, Netflix ha acudido al rescate. Lindsay Lohan trabaja ya en una comedia romántica navideña con la que pretende volver a la brecha. Navidad de Golpe es el título de una película que llegará a la plataforma el próximo 10 de noviembre, con claras intenciones de amortizar bien la cercana Navidad. Y es que no se nos ocurre vía mejor para una resurrección que el trampolín de la plataforma de streaming.