La primera experiencia cinematográfica fue espectacular. En el año 1989 nuestro queridísimo Tim Burton no llevaba por primera vez a las crías calles de Gotham. Batman se plantaba en nuestras vidas con una de las mejores películas de superhéroes de la historia del cine. Nunca lucía tan esplendoroso el hombre murciélago como en aquellos días con Michael Keaton.
Desgraciadamente, tras una secuela sensacional, Tim Burton decidí a bajarse de la saga Batman. Warner Bros quería darle un aire menos oscuro a las películas, con algunas imposiciones que el bueno de Burton decidió no aceptar. Lo que ocurrió con el aterrizaje de Joel Schumacher ya lo sabemos todos.
Sea como fuere, lo cierto es que Tim Burton tenía planes realmente interesantes de que hará el futuro de Batman. De no haber sido por las injerencias de Warner, sensacional director habría continuado durante varias entregas más. Buenas películas en las que, entre otras cosas, habíamos asistido al aterrizaje de Robin, el fiel compañero de Batman. Desgraciadamente nos quedamos con las ganas.
Ahora, más de 30 años después, un cómic al rescatado las ideas que tenía Tim Burton de cara a sus siguientes películas de Batman, ofreciendo así la continuación que debimos haber visto en los cines. Batman 89 eso título y este, el Robin que director tenía en mente.