Inaguantables: 8 actores con los que nadie quiere trabajar (Parte II)

Russell Crowe: El pronto de Crowe es famoso en el mundo entero, como también lo es su excesiva seriedad, su mal humor y su afición al alcohol. Si sobrio ya es poco agradable, las peleas cuando se toma un par de copas son de lo más frecuentes. Famoso es el incidente que protagonizó al criticar duramente a Clooney y las palabras que el propio George Clooney le dedicó: “Amigo, ¿no te das cuenta que el único beneficiado de las peleas de famosos es la revista People?”.

Gwyneth Paltrow: Caso curioso el de la oscarizada actriz. Tras la dulce y cándida apariencia de Paltrow parece ser que se esconde una extravagante actriz, aficionada a incluir en sus contratos decenas de extrañezas como que alguien limpie su ducha justo antes de que ella vaya a entrar. Sus rarezas llegan al punto de que no le dirigió la palabra a Scarlett Johansson durante todo el rodaje de “Iron Man 2” por motivos que ni la propia Scarlett conoce.

Julia Roberts: Tras la enorme sonrisa de Julia Roberts podemos encontrar a una persona increíblemente grosera e insolente. Abanderada del mal humor, su leyenda negra se extiende por decenas de rodajes desde que comenzó por sacar de quicio a el mismísimo Steven Spielberg en el rodaje de “Hook”. “Su fragilidad emocional la convierte en una auténtica bomba de relojería” confiesan algunos de sus compañeros de reparto. Incluso su recientemente fallecida hermana apuntaba a Julia como una de las causas de su suicidio en su carta de despedida.

Marlon Brando: El talento desmedido del que para muchos es el más grande de todos los tiempos le convertían en un auténtico conflicto para directores y productores. Brando era incapaz de controlar sus impulsos creativos, lo que le llevó a sacar de quicio a Coppola cuando le vio aparecer por el set de “Apocalipsis Now” con la cabeza rapada. Genio y figura, sus constantes críticas a la industria fueron relegando a un segundo plano al inmenso actor, lo que él “agradeció” mandando a una joven india americana a recoger su Oscar por “El Padrino” en protesta por el trato de Hollywood hacia las tribus indias.

(Parte I)