En Netflix sigue sin dar con la tecla. A pesar de que The Witcher un auténtico éxito de público desde el episodio inicial de su primera temporada, la realidad es que el nivel de la serie siempre ha estado lejos de las expectativas. Todos esperábamos que se le saca se mucho más jugó al camino de Geralt de Rivia, por eso teníamos grandes expectativas depositadas en The Witcher: El origen de la sangre. Desgraciadamente, parece que la cosa no ha salido demasiado bien.
El próximo 25 de diciembre llega a la parrilla de Netflix The Witcher: El origen de la sangre, una ficción que nos lleva a 1200 años antes de los acontecimientos que se cuentan en The Witcher, visitando así la leyenda de la creación del primer prototipo de Witcher. Una ficción televisiva que ya hecho su puesta de largo ante la prensa especializada.
Pesar de que se aplaude el magnífico acabado estético de la serie y trabajos como el de una cristal sensacional como Michelle Yeoh (Todo a la vez en todas partes), la realidad es que todos coinciden en que se cuentan demasiadas cosas demasiado atropelladas y sin dedicarles la atención debida. Ni personajes de tramas consiguen el desarrollo adecuado en The Witcher: El origen de la sangre, lo que lastra demasiado el acabado final de una serie que prometía muchísimo más. Una pena.