Bienvenido al siglo XXI, querido Mark. Estos son tiempos de tolerancia y en los que ciertos comportamientos han pasado a formar parte de un triste y oscuro pasado. Sin embargo, todavía nos encontramos con situaciones tan vergonzosas como la que vivía Ang Lee cunado comenzó el desarrollo de Brokeback Mountain.
Corría el año 2004. Por aquel entonces, un guión comenzaba a despertar el interés de la industria. Ang Lee estaba inmerso en plena búsqueda de una pareja de protagonistas para protagonizar el drama homosexual de Brokeback Mountain. Uno de los primeros nombres en los que pensaba el sensacional director era el de Mark Wahlberg. Sin embargo, la respuesta del actor no podría haber sido más inesperada.
Wahlberg, católico y padre de seis hijos, rechazaba el papel de forma frontal. Poco tiempo después, el actor confesaba haber sentido “repulsión” tras leer el guión. Y es que eso de la homoxualidad no parece ser un tema muy del gusto de un Mark Wahlberg que, años atrás, era despedido como modelo de Calvin Klein por sospechas de homofobia. Afortunadamente, Heath Ledger y Jake Gyllenhaal se subieron a un proyecto inolvidable.