Es de esos tipos que no necesitan presentación. Hablar de Arnold Schwarzenegger es hablar de uno de los actores más importantes de la historia del cine. Sin ser Marlon Brando o James Stewart, la realidad es que el bueno de Arnie siempre ha sido capaz de conocer sus limitaciones y disimularlas, al tiempo que potenciaba sus virtudes. El resultado no ha sido otro que una trayectoria asombrosa y plagada de películas memorables.
Podemos hablar de Terminator, de Predator, de Desafío Total… Sin embargo, la película que lo cambiaba todo no era otra que Conan el bárbaro. En el año 1982, el director John Milius decidía apostar por el enorme actor austríaco para convertirse en el protagonista de la adaptación cinematográfica del cómic de Robert E. Howard. El resultado era un exitazo descomunal. Todas las miradas se volvían entonces hacia un tipo de apellido difícilmente pronunciable. Arnold Schwarzenegger dejaba de ser un desconocido.
Desde ese preciso instante, la carrera de Arnold Schwarzenegger se disparaba. Arrollador en su trabajo como Conan, James Cameron decidí a apostar por él para convertirse en el protagonista de su nueva película de ciencia ficción. Una cinta que llevaba por título Terminator. El resto es historia.
Ahora, 40 años después de cambiar su propia historia gracias al papel protagonista de Conan el bárbaro, todos suspiramos por el regreso de Arnold Schwarzenegger en una tercera entrega de la saga. Un proyecto que se ha frustrado ya varias veces, pero con el que no perdemos la esperanza. Veremos.