Cierto es qué Friends nunca ha dejado de estar en nuestras vidas, pero la nostalgia está disparada en estos últimos tiempos. Desde que viésemos El Reencuentro de las grandes estrellas de la serie, emitido por HBO Max, nuestros votos se han renovado automáticamente con una de las mejores series de la historia de la televisión. Friends sigue siendo maravillosa.
Evidentemente, la columna vertebral de la ficción sus seis inolvidables protagonistas. No obstante, todo voló especialmente alto gracias a la enorme cantidad de estrellas invitadas qué ponían su enorme talento al servicio de la empresa en capítulos esporádicos.
Si le preguntásemos a los fans por esa estrella favorita invitada, seguro que la mayoría lo tendría claro: Bruce Willis. El genial actor daba vida a Paul Stevens, el padre de Elizabeth, la joven novia de Ross. Obviamente el protagonista de Jungla de Cristal estaba divertidísimo. Además de amargarle la vida a Ross, entablamos una relación sentimental con Rachel, regalándonos varios capítulos inolvidables. Una colaboración con Friends que se produjo por razones que pocos podrían imaginar.
Los que se piensan que la serie se dejó un pastizal en contar con Bruce Willis están realmente equivocados. Una apuesta fue el origen de todo. Cuando Willis rodó con Matthew Perry (Chandler) la película Falsas apariencias, ambos actores tenían expectativas distintas sobre el éxito del film. Bruce Willis pensaba que iba a darse un enorme batacazo y Matthew Perry tenía claro que lo iba a petar. Así, ambos apostaron. Willis se comprometió con su compañero de reparto a aparecer en Friends si Falsas apariencias triunfaba. La contraparte de la apuesta no la conocemos, pero lo que es un hecho es que la cinta funcionaba a las mil maravillas y Bruce Willis terminada en varios capítulos de Friends.