Han pasado más de 25 años desde su estreno, pero todavía nadie ha compuesto un canto a la libertad como el de Cadena perpetua. Cuando Stephen King soñó la historia de Andy Dufresne y Frank Darabont decidió convertirla en película, poco podíamos imaginar que lo que estaba a punto de nacer era una de las mejores películas que nos ha dado el séptimo arte.
Acusado del asesinato de su mujer, Andrew Dufresne (Tim Robbins), tras ser condenado a cadena perpetua, es enviado a la cárcel de Shawshank. Con el paso de los años conseguirá ganarse la confianza del director del centro y el respeto de sus compañeros de prisión, especialmente de Red (Morgan Freeman), el jefe de la mafia de los sobornos.
Cruda y Conmovedora. Esa sería una definición apropiada para “Cadena Perpetua”. Pese a que Andy sabe con certeza que está condenado a no sentir el viento de la libertad acariciando su rostro nunca más, su corazón es el de un hombre libre. Y ningún golpe, por duro que sea, puede convencer a su corazón de lo contrario. Esa es la grandeza de la cinta: enseñarnos que la vida está llena de momentos y de pequeños instantes que deben impulsarnos a seguir caminando para vivir esos leves segundos de felicidad impagables. Cadena Perpetua nos presta a los espectadores una sucesión de esos momentos, lo cual no tiene precio. disponible en HBO Max.