– John Connor: Hasta cinco veces ha cambiado de rostro el líder de la rebelión. La saga “Terminator” está a punto de ver estrenada su quinta entrega y en cada una de ellas hemos tenido un John Connor distinto. El prólogo de la primera entrega nos presentaría a un Michael Edwards del que no habría más noticias. La segunda entrega sería para un Edward Furlong que conquistaba al público, pero sus problemas con el alcohol y las drogas le apartarían de una tercera entrega en la que el olvidable Nick Stahl daría vida a una pobre versión del personaje. Con la llegada de Christian Bale en “Terminator: Salvation” parecía que tendríamos a la versión definitiva, pero nada se salvaría en la infame cinta. Ahora llega el turno de Jason Clarke (“El amanecer del planeta de los simios”). ¿Será el definitivo?
– Grace Margaret Mulligan: Lars von Trier recurría a Nicole Kidman para protagonizar ese extraño experimento llamado “Dogville”. La experiencia resultaba francamente interesante, pero la agenda de la actriz estaba demasiado cargada para volver a dar vida a Grace en la secuela, “Manderlay”. Ante esta situación, el inefable director recurría a Bryce Dallas Howard para tomar el relevo de Kidman. La hija de Ron Howard volvía a tomar el testigo de un personaje como ya ocurriese con “Crepúsculo”.
– George McFly: El padre de Marty McFly en “Regreso Al Futuro” fue uno de los grandes quebraderos de cabeza en la saga. Después de la primera entrega, Crispin Glover exigió el mismo salario que Michael J. Fox por aparecer en la secuela. A los productores no les hizo ninguna gracia, por lo que decidieron prescindir de Glover. Para “Regreso al futuro II”, Robert Zemeckis apostaba por Jeffrey Weissman y por varias escenas descartadas para la primera entrega, lo que terminaría en una demanda de Crispin Glover por uso inapropiado de su imagen.
– Rachel Dawes: Esta es una de las torpezas más tochas de la historia del cine. Katie Holmes era la encargada de dar vida a Rachel Dawes en la sensacional “Batman Begins”. La cinta de Christopher Nolan marcaba el principio de una trilogía inolvidable. De hecho, era el preludio de esa maravilla llamada “El Caballero Oscuro”. Holmes tuvo tan buen ojo que decidió no aparecer en la cinta para sorpresa de todos. Parece ser que las presiones de su entonces marido, Tom Cruise, tuvieron la culpa. Maggie Gyllenhall tomaría el relevo.
(Parte I)