Estaban poseídos por el espíritu de Julio Cortázar y su Rayuela, pero las cosas no les han salido demasiado bien. Hace días se plantaba en la parrilla de Netflix Caleidoscopio, una serie que había despertado enorme expectación. La fórmula propuesta por la ficción era la de ofrecer la posibilidad de ver cada uno de sus episodios en el orden deseado, lo que en ningún caso generaría desorden narrativo. Lo que pasa es que la artimaña no funciona por varias razones.
Y más allá del rompecabezas de la narración, poca gracia hay. Estamos estamos ante una miniserie de atracos que poco o nada aporta al género. Al final, la sensación es de que todo se juega a demostrar que es posible una narración sin orden aparente.
No es ningún desastre, pero tampoco nada reseñable. El problema es que las expectativas lo marcan todo y Caleidoscopio nunca está a la altura de ellas. De hecho, la serie tampoco ha causado gran impacto en cuanto a visualizaciones. Una decepción para Netflix con una de sus series más ambiciosas.