Casi cualquier cosa que diga o haga Stephen King nos parece bien, pero hay que decir que esto nunca lo hemos comprendido. Sin lugar a dudas, estamos ante una de las figuras más importantes de la literatura de las últimas cinco décadas, pero también con un tipo de descomunal influencia en otras muchas facetas de la vida. Particularmente importantes de su aportación al mundo del cine y la televisión gracias a incontables obras del calibre de El Resplandor.
Hoy viene muy a cuento hablar de la obra maestra del terror que el inolvidable Stanley Kubrick nos ofrecía en 1980. Efectivamente, estamos ante una de las más emblemáticas adaptaciones al cine de un trabajo de Stephen King. De hecho, es una de las películas más importantes de la historia. El maestro Kubrick decidía acojonarnos a lo grande sin utilizar ni una sola sombra. Algo que funcionaba para millones y millones de cinéfilos, pero no para el tipo que imaginó originalmente en la historia.
Emblemáticos fueron los desencuentros entre Stanley Kubrick y Stephen King. Al novelista no le hacía ninguna gracia la deriva de la película. “Con mis novelas la gente siempre puede apreciar cierta calidez que le invita a ser parte de la historia. Con El Resplandor sentí que todo era demasiado frío e incluso que Jack Torrance parece pura locura”, volvía a dejar claro King en recientes declaraciones. Han pasado ya más de cuatro décadas, pero El Kesplandor sigue sin entrarle por el ojo.