Estamos acostumbrados a que nos ofrezcan obras maestras. En Pixar llevan mucho tiempo demostrando que no hay techo para la animación. Son incontables las películas memorables de la compañía propiedad de Disney. Desde la primera entrega de Toy Story, todo ha sido encadenar joyas. Buscando a Nemo, Ratatuille, Wall·e, Up, Del Revés, Coco… Así podríamos pasarnos todo el día.
Sin embargo, hace unos meses asistíamos al primer lanzamiento puramente fallido de Pixar. El pasado mes de junio veía la luz la película Lightyear, spin off de Toy Story centrado en el emblemático personaje de Buzz Lightyear. Una cinta enormemente costosa, en la que se invertían más de 200 millones solamente en producción. A eso tenían que sumarse otros cien en distribución y publicidad. Pues bien, desde la compañía han confirmado ya que se trata de la mayor ruina económica de Pixar. El mayor patinazo en casi tres décadas después de recaudar solamente 218 millones de dólares.
Quitando Onward, una película lastrada por su estreno pocos días antes del confinamiento, ninguna película de Pixar había logrado una taquilla tan sumamente pobre. De esta forma, venía a quedar claro que el mundo spin-off no entra demasiado bien en la animación. Buzz sin Woody no puede ser y Lightyear terminaba así patinando a lo grande.
Buzz sin Woody no puede ser?
Más bien era otro Woke con otra historia puesta con calzador que no tenía que ver con Buzz y la gente pasó… pero se seguirá haciendo Woke