Es la segunda cinta más taquillera de la historia y una de las más icónicas del séptimo arte. Cuando James Cameron se subió a bordo del Titanic, poco podía imaginar que estaba a punto de filmar una cinta que terminaría con 11 Oscars bajo el brazo. Además, su pareja de protagonistas adquiría un impresionante estatus de megaestrellas. ¿Suficiente? No para Kate Winslet.
Cuando una cinta logra once Oscars, se convierte en la segunda más exitosa de la historia y catapulta tu carrera, parece atrevido eso de guardar un mal recuerdo de la misma. Sin embargo, a Kate Winslet no le tiembla el pulso para declarar: “Estoy muy descontenta con mi mi actuación, sobre todo con ese horrible acento estadounidense que puse. Lo cierto es que escucho “My Heart Will go on” y me dan ganas de vomitar”.
Puede que una de las razones principales de su mal recuerdo sea la dificultad para trabajar con un James Cameron que no es famoso por ponerle las cosas fáciles a sus actores. Sea como fuere, la genial Kate Winslet se puede permitir eso de defenestrar una cinta tan importante, ya que el resto de su carrera está plagada de películas gloriosas.
Simplemente MARAVILLOSA