Parten todos, porque nadie puede compararse a John Wick. A pesar de que la historia del cine de acción está llena de grandes películas y sagas, se antoja necesario llamarle a las cosas por su nombre. Y si lanzamos una afirmación tan contundente como la de que John Wick es lo mejor que le ha pasado jamás al género lo hacemos con absoluta convicción.
Desde que Keanu Reeves se marcase una resurrección en toda regla allá en el año 2014, no hemos hecho más que disfrutar de cada nueva entrega de la saga. Todo empezaba en Nueva York por aquellos días, cuando John Wick, un asesino a sueldo retirado, decide volver otra vez a la acción para vengarse de los gángsters que matan a su cachorrito de perro. El animal que le dejó en recuerdo su fallecida esposa. Empezaba así un camino que cada día es más gratificante.
Arrolladora, irónica, honesta y sin complejos, la saga de John Wick no ha hecho más que extender un universo de lo más atractivo, respetando siempre al espectador. Además, cada minuto de la saga es más atractivo que el anterior a nivel narrativo y en su propuesta visual. Maravilla que nunca decae. Solo crece.
Probablemente sea imposible superar la excelencia que John Wick 4 ha conseguido. Sin embargo, no descartamos que la más que probable quinta entrega todavía sea capaz de sorprendernos. Larga vida a John Wick.