Lo tenía todo para convertirse en uno de los grandes actores de los próximos años. Hay intérpretes a los que se les ve algo más desde el minuto cero. Gente con un talento y un magnetismo especial, con todas las cualidades para llegar a lo más alto. Jonathan Majors era uno de ellos. Tras varios pequeños papeles, su irrupción en la serie Territorio Lovecraft dejaba claro que había nacido un actor descomunal. Un camino que le llevaba incluso a aterrizar en el universo cinematográfico de Marvel como el mismísimo Kang el Conquistador.
Pues bien, cuando parecía que nada podía frenarle, todo parece haberse ido por la borda. Las acusaciones de violencia doméstica contra su novia han abierto la caja de los truenos alrededor de Jonathan Majors. Multitud de comentarios sobre su comportamiento cruel, sociópata y abusivo se iba multiplicando mientras el intérprete se afanaba en negar todo tipo de acusaciones. Lo que pasa es que tiene toda la pinta de que la industria y el público ya le han juzgado sin remedio.
Sus representantes y su agencia de publicidad han dejado a Jonathan Majors, tal y como informa Entertainment Weekly. Un golpe casi definitivo a la carrera de un actor que, si no consigue demostrar su inocencia de forma clara, podría estar ya amortizado dentro de la industria del cine.