El multimillonario John Hammond consigue hacer realidad su sueño de clonar dinosaurios del Jurásico y crear con ellos un parque temático en una isla remota. Antes de abrirlo al público, invita a una pareja de eminentes científicos y a un matemático para que comprueben la viabilidad del proyecto. Pero las medidas de seguridad del parque no prevén el instinto de supervivencia de la madre naturaleza ni la codicia humana.
Efectivamente, lo que prometía crear John Hammond parecía una auténtica locura. Nadie podía imaginar que los sueños del hombre pudiesen hacerse realidad, pero así sucedió. Del mismo modo, ese brillante director llamado Steven Spielberg decidía adaptar la famosa novela de Michael Crichton, Jurassic Park. Con paralelísmos importantes a la historia de Hammond, resulta que nadie podía imaginar que Spielberg crease unos dinosaurios a la altura de la historia, pero lo que el director iba a hacer era crear sueños como pocos han conseguido.
Pese a que han transcurrido 30 años desde aquellos días, la realidad es que sigue sorprendiéndonos el nivel de los efectos visuales del filme. Todavía nadie ha logrado crear unos dinosaurios como aquellos. Ni el dinero, ni el tiempo consiguen imponerse a una cinta que ha envejecido gloriosa gracias ala apuesta de su director por un rodaje orgánico y en el que sólo un 10% de las escenas tenían efectos digitales. Un gran trabajo que hoy visitamos desde dentro con una galería de imágenes sensacional. Atentos.