Es probable que nos lo hubiésemos comido igual, pero no podemos evitar torcer el morro al conocer detalles como este. Es Regreso al Futuro y cualquiera que diga lo contrario podría llevarse un par de mecos, pero a punto estuvo el glorioso filme de llevar otro título bien distinto y, por qué no decirlo, más que lamentable.
Robert Zemeckis tenía claro que quería que su película se llamase Regreso al Futuro. “La noche del sábado te enviaremos de regreso… al futuro”, afirmaba nuestro queridísimo Doc Brown en un momento del filme. Esa era la frase que dotaba de contenido a todo y que suponía la base del título, pero a Sidney Sheinberg no le gustaba demasiado. De hecho, el presidente de Universal redactaba una nota en la que decía cosas como “El título deja mucho que desear” o “encuentro ese título menos que maravilloso”. Un visionario el tipo…
Efectivamente, Sheinberg no se resistía a proponer un título que, para su ojo experto, luciría mucho mejor: “Space Man from Pluto”. Algo que, afortunadamente, no llegó a buen puerto gracias a la intervención del productor ejecutivo del filme: un tal Steven Spielberg.
Efectivamente, el chico de moda en Hollywood se plantaba frente al jefazo de Universal, afirmando que no iban a cambiar el título bajo ninguna circunstancia. Sheinberg, lo suficientemente poderoso como para cambiar el título con un pestañeo, decidía aceptar la decisión del director prodigio. Y es que su intención no era otra más que la de mantener una buena relación con Steven Spielberg. Así, la película terminaba titulándose, con acierto, Regreso al Futuro.