Ella es una de las figuras más importantes de la historia del cine. De hecho, hablar de Agnés Varda es hablar del séptimo arte en su más pura esencia. Con su mirada arrancó la Nouvelle vague, un movimiento con el que Francia ponía patas arriba las convenciones más básicas del cine. Ella lideraba a un grupo de creativos arrolladores que se ganaban un hueco de honor en la historia.
Agnés Varda era una de esas directoras que siempre iban un poco más allá. Lo suyo era explorar rincones inhabitados. Cleo de 5 a 7 puede ser el mejor ejemplo de ello. Y es que el drama psicológico propuesto por la directora y guionista sigue cortando nos la respiración, aunque hayan pasado ya más de 60 años de su estreno.
Cleo, una joven cantante, los resultados de un examen médico al que acaba de someterse. Cuando una divina le lee las cartas, le revela que parece cáncer y que puede morir, lo provoca que su inquietud se dispare. Tratando de ocupar su tiempo mientras espera los resultados, Cleo conoce a un joven soldado está apunto de partir al servicio militar en Argelia. Al muchacho le confía su temor a la muerte.
Las dos horas de angustia que vive esa Cleo con el rostro de Corinne Marchand van provocando que nuestra moral se mine al ritmo que el de la cantante protagonista. Una experiencia cinematográfica hoy todavía difícil de definir. La audacia de Agnés Varda es de las que se encuentran cada mucho tiempo. Cleo de 5 a 7 es otra de esas maravillas que nos podemos llevar a la boca gracias a la parrilla de Filmin.