Nos ha dejado de piedra. Eso de dejarse (o ponerse) un puñado de kilos para un papel es algo a lo que estamos bastante habituados. Muchos son los actores que tienen que hacer grandes sacrificios para lograr un físico más adecuado para un papel. Lo que pasa es que, en este caso, todo ha obedecido a cuestiones de salud.
John Goodman es un tipo que siempre logra despertar nuestra simpatía. El protagonista de Barton Fink, El Gran Lebowski o Los Picapiedra lleva años mostrando un físico de lo más voluminoso y que se ha convertido en una de sus grandes señas de identidad. El problema es que ese sobrepeso habitual empezaba a causar estragos en la salud del actor de 69 años. De hecho, en algunas de sus últimas películas resultaba preocupante la torpeza de sus movimientos. Por ello, la estilizada imagen lucida en su última aparición pública nos ha dejado asombrados.
Se acabaron las oscilaciones de peso. Nuestro queridísimos John Goodman se ha marcado una pérdida de peso de más de 90 kilos. El actor está como un pincel si no tiene intención alguna de volver a dejarse. Así, es el momento de decir adiós a la figura que el bueno de Guzmán Lucio durante unas cuántas décadas. Atentos, porque está irreconocible.