La joven y ambiciosa Nomi Malone (Elizabeth Berkley) viaja a Las Vegas con el objetivo de convertirse en una estrella del espectáculo. Empieza trabajando como bailarina de strip-tease, pero acaba consiguiendo una audición para cantar en el coro de una obra del Casino Stardust, donde trabaja la Starlette Cristal (Gina Gershon). Sin embargo, Nomi no tardará en darse cuenta de que el mundo que la rodea es más duro y menos brillante de lo que pensaba.
Era el año 1995 y la carrera de Elizabeth Berkley se encontraba con la que prometía ser su mayor oportunidad. Y es que Paul Verhoeven, un especialista en firmar exitazos recurría a la actriz de Salvados por la Campana para asumir el peso de su nuevo filme. Desgraciadamente, Showgirls se convirtió en un fracaso estrepitoso y se llevaba por delante la prometedora carrera de la actriz.
Cierto es que, a día de hoy, Showgirls se ha convertido en un filme de culto y que a nosotros nos encanta. Sin embargo, crítica y público tuvieron la torpeza de sentenciar un filme más que interesante y a su entregada protagonista. Más de dos décadas han pasado desde entonces, lo que ha provocado un cambio más que llamativo en el aspecto de una de las mujeres más sensuales de Hollywood. A sus 48 años, Elizabeth Berkley ha dejado atrás su imponente figura de bailarina. No obstante, la belleza y el atractivo de esta mujer es perenne y siempre ajeno a su silueta.