La vida del doctor Jaime Jiménez se viene abajo cuando su hijo de 17 años queda en estado vegetativo debido a una brutal paliza que recibe a la salida de una discoteca. Tras ver que la justicia no hace nada por detener a los culpables, él mismo emprenderá un viaje a los infiernos en busca de venganza.
Podría ser una simple historia de venganza, pero va mucho más allá. La cinta de Miguel Ángel Vivas (Secuestrados, Extinction) te vuela la cabeza. José Coronado inicia una espiral de autodestrucción en la que va adoptando aires de inesperado justiciero nocturno. Sensacional trabajo que nos atrae durante dos tercios de película, pero que nos noquea a lo bestia en un último tramo para el recuerdo. Todo lo que ocurre en los últimos pasajes de Tu hijo es como para caerse de culo. Disección del mundo, de la paternidad y de la moralidad a niveles incomparables. Una película de las que ya no se hacen.
Inexplicable que no gozase de mayor repercusión. Por suerte, aquí estamos nosotros para, con la inestimable colaboración de Netflix, recordar lo sensacional que es Tu hijo.