Empieza una nueva era… Otra vez. A lo largo de los últimos años hemos asistido a varios intentos por reiniciar y revitalizar la saga Transformers. Lo que empezó siendo una serie de películas trepidantes, ha ido mutando a no se sabe bien qué. Algo así como chatarra intergaláctica dándose de leches. Eso sí, parecía que con Bumblebee (2018) se daba con una apuesta que marcaba el camino a seguir. Lástima que Transformers: El despertar de las Bestias no continúe por esa senda.
Este próximo 9 de junio llega a las salas de cine de todo el planeta un filme que debía suponer un soplo de aire fresco dentro de la saga Transformers. Nada más lejos de la realidad. La crítica no ha sido demasiado benevolente con una cinta que, a pesar de mejorar levemente anteriores entregas, lo cierto es que queda lejos de despegar. Un pobre 55% de valoración expositivas en Rotten Tomatoes es buena prueba de ello. Eso sí, al menos se valora positivamente la rebaja de empalago visual y cierto entretenimiento salvable.
¿De qué va Transformers: El despertar de las bestias?
En 1994, un par de arqueólogos se ven envueltos en un antiguo conflicto a través de una aventura por todo el mundo que se relaciona con tres facciones de Transformers: los Maximals, los Predacons y los Terrorcons mientras ayudan a Optimus Prime y los Autobots en una guerra para proteger la Tierra ante la llegada de Unicron.