Son días complicados para el streaming. De sobra sabemos que las cosas no van demasiado bien últimamente para ninguna plataforma. La burbuja generada con la pandemia mundial de COVID-19 hacía pensar que la mina de oro del entretenimiento casero era infinita, pero nada más lejos de la realidad. A medida que sea ido recuperando la normalidad, el público ha retomado viejas costumbres y lo que parecía un pastel de lo más rentable, ha terminado por resultar un problema para muchas compañías.
En Disney+ tienen serios problemas. Como una inversión para hacerse con el cetro del mercado se ha mostrado deficitaria muy pronto. Así, la compañía del ratón optaba por despedir a 7000 trabajadores en un intento por ahorrar costes. En la misma línea iba la eliminación de unas cuantas series y películas con vistas a ahorrar impuestos y el pago de royalties. Se cargaban entonces una parte del catálogo considerada de rentabilidad lejana a la esperada. Así conseguían ahorrarse 1.500 millones de dólares, pero no es suficiente.
Los recortes a lo largo de las próximas semanas en el catálogo de Disney+ van a ser de lo más llamativos. Tal y como publica Deadline, la realidad es que llevándose por delante todos esos productos un poco más minoritarios no ha sido suficiente. Así, en la compañía planean ahorrarse al menos otros 500 millones más en películas y series ya de lo más importantes. En las bajas en el catálogo de Disney+ serán emblemáticas. Las cosas se ponen feas para la compañía del ratón.