Nunca vamos a olvidarle. El 31 de diciembre del año 2020, Sean Connery nos dejaba huérfanos de su talento. Uno de los grandes actores de la historia del cine nos dejaba después de varios años retirado. Eso sí, su legado era eterno. Y es que a sus espaldas quedaban incontables papeles y películas brillantes. Maravillas que seguimos visitando una y otra vez con igual satisfacción.
Sin embargo, es curioso como el enorme actor siempre odio el que sin duda fue su papel más importante. “Siempre he odiado al maldito James Bond. ¡Si fuese por mí, lo hubiera matado!”. A pesar de que el personaje de 007 fue el que sirvió para que la carrera de Sean Connery empezase a volar realmente alta, la realidad es que nunca sintió apego de ninguna clase hacía James Bond. Difícil de entender, sobre todo para las legiones de fans que siguen considerando que su versión del emblemático agente es la mejor de la historia.
En cualquiera de los casos, a pesar de que su experiencia como James Bond no le resultó demasiado satisfactoria, lo cierto es que nosotros no podemos menos que alegrarnos de que pusiese todo su talento al servicio de Su Majestad. Sean Connery no habría sido lo mismo sin James Bond y James Bond no habría sido lo mismo sin Sean Connery.