Una auténtica maravilla. Lo de Mickey Rourke es una triste historia. Estrella incomparable del cine de los 80 y principios de los 90, su afición por la lucha libre y, en muchos momentos, su mala cabeza, parecían enterrar una carrera prometedora. Poco podíamos imaginar que El luchador iba a ser, allá por 2008, un canto al cine de gran calibre.
Randy “The Ram” Robinson (Mickey Rourke) es un luchador profesional de wrestling que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, decide poner un poco de orden en su vida: intenta acercarse a Stephanie, la hija que abandonó (Evan Rachel Wood) y trata de superar la soledad con su amor por Cassidy, una streaper (Marisa Tomei).
Darren Aronofsky firmaba una película gloriosa que casi le valía el Oscar a un Mickey Rourke excelso. Hoy toca El luchador por cortesía de Movistar+ y Filmin.