Es leyenda viva de la historia del cine. Hablar del maestro Clint Eastwood es hablar de decenas de películas memorables, tanto delante como detrás de las cámaras. Un fenómeno incomparable que pudo ser todavía más leyenda de haber aceptado un ilustre papel que decidió rechazar. Y es que el viejo Clint estuvo cerca de ponerse la capa de Superman.
Tenemos que remontarnos al año 1977. Por aquel entonces empezaba a prepararse una película de Superman que llegaría a los cines un año después. Como ya sabemos de sobra, Christopher Reeve interpretaba al personaje y ofrecía un trabajo memorable. Un superhéroe que le llegó de rebote, ya que previamente se le había ofrecido la posibilidad de meterse en la piel del más ilustre habitante de Krypton a Clint Eastwood.
Frank Wells, presidente de Warner Bros., no dudaba en ofrecerle directamente el papel de Superman a Clint Eastwood. Lo que pasa es que el tipo más duro del cine no se terminaba de ver enfundado en el traje de Superman. Así, declinaba una propuesta de lo más jugosa.
No vamos a negar que imaginar a Clint Eastwood como Superman es algo de lo más sugerente, pero tampoco podemos obviar que suena algo raro.