Cuando te rodeas de algunos de los mejores actores del planeta y les das libertad para que le den rienda suelta a su talento, lo normal es que nazcan momentos como los que hoy te ofrecemos. Muchas de las secuencias más míticas de la historia del cine no aparecían en sus correspondientes guiones, sino que son fruto de la improvisación de los sensacionales intérpretes que las protagonizan.
Pocos como Jack Nicholson. si un actor ha sido capaz de derrochar talento y carisma a partes iguales, ese es el viejo Jack. Así, cuando ese otro monstruo llamado Stanley Kubrick decidió darle rienda suelta en El Resplandor, el resultado fue este momentazo que hemos visto un millón y medio de veces.
Durante el ataque de ira de Jack Torrance, el personaje arremete con un hacha contra la puerta del baño donde se esconden su mujer y su hijo. En el momento en el que introduce la cara por la puesta astillada, el gran Jack nos regala su improvisado e inolvidable “¡Aquí está Johnny!”.