La lista de películas que pintan bien pero que terminan por decepcionarnos encuentra esta semana otra ilustre integrante. Desde hace tiempo veníamos escuchando hablar de una película de terror con bastante buena pinta. El título no era otro que Reposo absoluto y prometía ofrecernos una experiencia escalofriante en clave paranormal. Lástima que lo único que haya conseguido sea aburrirnos.
Después de varios años tratando de formar una familia, Julie Rivers (Melissa Barrera) está embarazada de nuevo y se muda a una nueva casa con su marido. La orden de su médico es la de de guardar reposo absoluto, pero Julie empieza a sufrir una serie de aterradoras experiencias fantasmales que despertarán sus demonios del pasado y le harán preguntarse si su casa está embrujada. ¿Puede que todo esté en su cabeza? Atrapada y obligada a enfrentarse a su pasado y a lo sobrenatural Julie tendrá que luchar por protegerse a sí misma y a su bebé a punto de nacer.
Melissa Barrera es la encargada de luchar, más que contra fantasmas, contra un guion que poco o nada viene a ofrecerle al cine de terror. Como si se tratase de una recopilación de lugares comunes dentro del género, Reposo absoluto termina convirtiéndose en una experiencia de 90 minutos en la que no nos importa nada de lo que ocurre. Una auténtica decepción para los fans del género que esperábamos el estreno de Reposo absoluto como agua de mayo.