Parece que fue ayer cuando solo era un luchador al que todos miraban como si fuese un caso de intrusismo en el cine. Aquella estrella de la lucha libre llamada “The Rock” hace tiempo que quedó atrás. A base de carisma y simpatía, el bueno de Dwayne Johnson iba construyendo una carrera espectacular como actor hasta convertirse en la estrella mejor pagada del planeta. Su nombre era sinónimo de éxito en cualquier producción, pero lo cierto es que últimamente las cosas no están luciendo como antaño.
A sus 51 años, parece que Dwayne Johnson está perdiendo el favor del público. El actor ya no es un reclamo infalible para llenar las alas. Así, a pesar de que películas como Fast & Furious: Hobbs & Shaw y Jumanji funcionaban bien, la sensación es que los espectadores empiezan a casarse de verle una y otra vez en los mismos papeles.
Rampage, El Rascacielos, Jungle Cruise, Black Adam… Todas ellas se convertían en películas de recaudación bastante decepcionante. Y es que el público dejaba de responder con entusiasmo a las apariciones de Dwayne Johnson en la gran pantalla. La sensación de monotonía siempre es peligrosa.
Ahora, con una nueva generación de estrellas de acción llegando fuerte por la retaguardia, nuestro queridísimo Dwayne Johnson tiene ante si el difícil reto de volver a conectar con el gran público. Una necesaria reinvención que tendría que llegar más pronto que tarde. No tardaremos en descubrir si se puede revertir la tendencia o sí, por el contrario, las cosas se ponen feas para el genial intérprete.