Hay proyectos más difíciles de estropear que de convertir en maravillas. De hecho, a pesar de que parezca imposible, se puede tener una historia resultona y un reparto espectacular, pero marcarse un desastre en toda regla. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido con Mafia Mamma.
Kristin Balbano es una exitosa ejecutiva americana y madre de familia que tiene que viajar a Roma para asistir al funeral de su abuelo. Allí se encuentra con que el negocio de la familia es una organización criminal y que sus rivales, ante la aparente debilidad, tienen a los Balbano en el punto de mira. Kristin se verá obligada a hacerse con las riendas de la organización, siguiendo los deseos del fallecido patriarca.
Catherine Hardwicke es una directora realmente solvente. De su mano salió el éxito de la primera entrega de Crepúsculo, pero también maravillas del calibre de Thirteen (2001), Los amos de Dogtown (2003) o Miss you already (2015). Razón de más para pensar que Mafia Mamma iba a salir bien. Si a todo eso le sumamos una pareja protagonista tan brutal como la formada por Tony Collette y Monica Bellucci, el caldo de cultivo no podía ser mejor. Sin embargo, todo mal.
Personajes vistos un millón y medio de veces, chistes que no funcionan y un desarrollo tosco van minando gravemente los 100 minutos de duración de Mafia Mamma, una cinta que llega a nuestras salas este mismo fin de semana y que consigue el momentáneo honor de ser la peor comedia de lo que va de año.