En su momento cosechó buenas críticas, pero el tiempo le está dando el lugar en la historia que merece. Desde que Sam Mendes (American Beauty) nos ofreciese su segundo largometraje allá por 2002, la legión de fieles no ha hecho más que aumentar. Camino a la Perdición nos transportaba a los años de la gran depresión con una historia de cine negro al más puro estilo clásico. Tom Hanks y Paul Newman asumían con maestría los roles principales en una elegante y oscura cinta que bien merece el calificativo de obra maestra.
En los oscuros años de la Gran Depresión, Michael Sullivan (Tom Hanks) es un asesino a sueldo que profesa una lealtad inquebrantable a su jefe, el señor Rooney (Paul Newman), pero es también un buen padre de familia. Son tiempos duros en Rock Island, donde domina la mafia irlandesa, la Ley Seca sigue vigente y los gángsteres, especialmente Al Capone en Chicago, están en la cima del poder. Un día, inesperadamente, el hijo de Sullivan, Michael Jr. (Tyler Hoechlin), decide seguir a su padre para saber en qué consiste exactamente su trabajo.
Camino a la perdición es una joya moderna inapelable, disponible en el catálogo de Disney+.