El enigma de la muerte de Bruce Lee

Hoy, 50 años después de su muerte,  nos acercamos al  gran maestro de las artes marciales Bruce Lee. Una leyenda absoluta que perdió la vida de forma prematura y con incontables preguntas a su alrededor.

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Bruce Lee (“Juego con la Muerte” 1973)

Epilepsia, muerte súbita, aneurisma, edema cerebral… Han pasado casi 50 años, pero todavía nadie sabe lo que paso. Durante los años sesenta y setenta una figura emergió en el mundo del cine de acción y de artes marciales. Con un cuerpo de 1,71 de altura, pero más mortífero que ninguno el nombre de Bruce Lee era ya sinónimo de éxito en las taquillas de todo el mundo. “Kárate a muerte en Bangkok”, “Furia Oriental”, “El Furor del Dragón”… todo estaba preparado para que Juego con la Muerte se convirtiese en un nuevo bombazo. El rodaje de la cinta ya había empezado, pero todavía faltaba una actriz para dar vida a uno de los personajes principales. La opción del actor estaba clara: quería a su amiga, la actriz Betty Ting Pei para el papel. Lee concertó una reunión aprovechando una parada del rodaje. El productor Raymond Chow y el propio actor se verían en casa de la actriz para intentar llegar a un acuerdo. Bruce Lee saldría muerto de esa reunión.

Durante las conversaciones, Lee comenzó a sentir agobiantes dolores de cabeza. Tan intensos eran, que el productor optó por terminar la reunión ante el malestar del actor. Bruce Lee se tumbó en la cama mientras Betty le proporcionaba un analgésico para el dolor. Instantes después, el gran maestro de las artes marciales Bruce Lee perdía el conocimiento, entrando en un estado de coma profundo del que nunca despertaría. Alertados los servicios de emergencias, nada se pudo hacer ya por la vida del actor, que ingresaba cadáver en el hospital. Las hipótesis sobre las causas se sucedieron. Solo 32 años y, hasta hoy nadie se ha podido explicar lo que le ocurrió. Nacía así la leyenda de Bruce Lee.

Con 40 minutos rodados, la película Juego con la muerte se completó cinco años más tarde. Para ello se sirvieron de lamentables dobles y ridículos montajes. El resultado es una de las obras más patéticas de la historia del séptimo arte.