Si es que no parecía muy buena idea lo de estrenar con tanta competencia a la vuelta de la esquina. Hay que reconocer que Tom Cruise está haciendo las cosas francamente bien últimamente. El tío venía como un pepino después de arrasar los cines de todo el mundo con Top Gun: Maverick y de aspirar incluso al Oscar a la mejor película. Si a eso le sumamos las espectaculares críticas, normal que le diese igual estrenar Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1 sin miedo a nada (como Álex Ubago).
Pues bien, la jugada le ha salido regulinchi. Por un lado Barbie y por otro Oppenheimer le han hecho la pinza en taquilla, provocando que Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1 quede en serios problemas. Durante su segundo fin de semana en los cines de Estados Unidos, la película se ha desmoronado a lo bestia. Una caída del 64,3 para un total de 19,5 millones de dólares más. Terrible e inesperada caída.
Ahora, con un total acumulado de 371 millones de dólares alrededor de todo el mundo, ya se antoja imposible pensar en que Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1 pueda alcanzar los 500 millones. Si tenemos en cuenta que en la película se dejaban 300 milloncejos (y otros 120 en distribución y publicidad) mal negocio para el viejo Tom.