Así de primeras, vamos a poner el grito en el cielo por la injusticia que se ha cometido con Indiana Jones y el Dial del Destino. La quinta y última entrega de la saga protagonizada por Harrison Ford es una película de aventuras genial en la que todo funciona de una forma francamente fluida. Dicho eso y terminado nuestro alegato, vamos ya con cuestiones de salseo.
Desde hace tiempo venimos observando con preocupación los datos de taquilla de Indiana Jones y el Dial del Destino. Entre que el público no ha reaccionado demasiado bien y que la competencia ha sido atroz, la jugada le ha salido a Disney de todo menos rentable. Un camino por cines que llega a su final con una cifra realmente raquítica. Después de dejarse un auténtico pastizal en su desarrollo (300 millones en producción y otros 130 en marketing), los responsables de la compañía del ratón esperaban dar el pelotazo. Pero el resultado ha sido una andadura por taquilla que termina en 370 millones de dólares amasados. Horror.
De esta forma, Indiana Jones y el Dial del Destino se convierte en una de las grandes decepciones del año a nivel económico. Al menos queda la sensación de que el Dr. Jones se fue con un dignísimo final.