El bueno de Dennis Quaid siempre ha tenido algo especial que encandilaba al público. Son ya unos cuantos años en compañía de este actor de mirada amable, carácter afable y protagonista de películas siempre entretenidas. De hecho, el público americano lo ha elegido en repetidas ocasiones como uno de los intérpretes más queridos. Sin embargo, el viejo Dennis no siempre lo ha pasado bien.
Hace un tiempo, el actor sorprendía con una valiente entrevista a la NBC en la que confesaba sus complicadas adicciones. Y es que el propio Dennis Quaid no dudaba en afirmar que durante la década de los 80 consumía cocaína casi a diario, hasta el punto de llegar a arruinarse. Eran tiempos de éxito, pero apartaba cantidades enormes de dinero al mes para comprar cocaína.
“Cuando Meg Ryan y yo nos conocimos yo estaba en todo lo alto. Luego mi carrera… Tengo que admitir que me sentí empequeñecido a su lado”. Efectivamente, la descomunal popularidad de Meg Ryan sería uno de los elementos que provocaría la caída en picado del actor. Un Dennis Quaid que, tras una experiencia cercana a la muerte, decidía ingresar en una clínica de desintoxicación.
Tras una época difícil para desengancharse y su difícil divorcio de Meg Ryan, el actor recuperaba su carrera y su vida al mismo tiempo que la de su ex pareja se derrumbaba. curiosos giros del destino.