El mal rollo entre dos de los grandes tipos duros de Hollywood bien nos recordó a aquellas enormes disputas de los 80 y los 90. A Sylvester Stallone hay cosas que no le gustan demasiado. Una de las primeras de la lista, eso de ofrecerle papelazos a sus grandes amigos y que le pidan millonadas por ellos. Precisamente eso es lo que ocurrió en Los Mercenarios 3 cuando quiso que Bruce Willis, su colega desde mucho tiempo atrás, asumiese uno de los roles principales de la película.
Fue una enorme discusión que acabó en cabreo monumental de Sylvester Stallone. Y es que Bruce Willis se había subido mucho a la parra con las demandas de su salario, algo que le sentó como un tiro al líder de Los Mercenarios. “Codicioso y perezoso… Una fórmula segura para el fracaso profesional”, publicaba Sly en sus redes sociales aludiendo directamente a Bruce Willis.
La situación provocaba que Sylvester Stallone decidiese despedir de la saga a Bruce Willis y sustituirle por Harrison Ford. Además, la amistad entre los actores quedaba seriamente afectada. Y mientras tanto, nosotros incapaces de elegir entre mamá o papá.