Tiene el mundo en sus manos. Desde que su fama se disparase con Resacón en Las Vegas (2009), la carrera de Bradley Cooper no ha hecho más que crecer de una forma impresionante. Cuatro nominaciones a los Oscar en categorías interpretativas, otras cuatro como productor e incluso una como guionista. Eso lo dice todo de un tipo que ahora triunfa también tras las cámaras.
Pero la vida personal de Bradley Cooper nunca ha sido algo sencillo. En algunas ocasiones habían trascendido los “fantasmas” del actor. Eso sí, nada sabíamos de los difíciles momentos que había vivido a consecuencia de las drogas y el alcohol. Algo que ha querido confesar en una durísima entrevista que le ha servido para abrirse en canal por primera vez.
“No tuvo nada que ver con la fama. En el año 2003 me seccione el tendón de Aquiles y casi al mismo tiempo fui despedido de la serie Alias. Entre en una espiral de destrucción durante bastante tiempo. Pensaba que no iba a estar a la altura de mi potencial y eso me causó muchísimo miedo. Vi que mi vida se desmoronaba entre alcohol y drogas. Una noche acabé en urgencias con una brecha en la cabeza después de caerme al suelo en una fiesta drogado”.
El antes y el después en la vida de Bradley Cooper llegaría de la mano del también actor Will Arnett, un tipo para el que solo tiene buenas palabras. Y es que fue el que le abrió los ojos para remarcarle lo inadecuado y peligroso de su comportamiento. “Fue la primera vez que me di cuenta de que tenía un problema con el alcohol y las drogas. Me estaba diciendo la verdad”.
Desde aquel momento, Bradley Cooper cambiaba su vida de forma radical. “Llevo sobrio desde los 29 años. Eso sí, tuve mucha suerte”. Durísimas palabras.