Natalie Portman por “El Cisne Negro”: La estatuilla que la genial Natalie Portman se llevaría a su casa gracias a su papel de bailarina con “goteras” en “El Cisne Negro” ya nos parecía merecido, pero después de conocer los esfuerzos de la actriz a la hora de preparar su papel, estamos más convencidos todavía. Ni más ni menos que un año y medio y seis días a la semana estuvo trabajando la actriz para lograr la destreza necesaria requerida a su personaje. El menudo cuerpo de Portman también vería reducido su peso en 6 kilos. Prácticamente se puede decir que la intérprete atravesó fases de obsesión con el baile comparables a las del personaje que le llevó a lograr el Oscar.
Vincent D´Onofrio por “La Chaqueta Metálica”: Poquitos esfuerzos más salvajes por un papel que el protagonizado por Vincent D´Onofrio podremos encontrar. Consciente de que Stanley Kubrick exigía el máximo a todos sus actores, el intérprete quiso estar a la altura de las circunstancias hasta tal punto que llegaría a desfigurarse físicamente y destrozarse emocionalmente para la difícil empresa. Los 31 kilos engordados le jugaron una mala pasada al actor en la famosa escena de la carrera de obstáculos. Su rodilla no pudo soportar el repentino cambio de peso, lo que se tradujo en una ruptura de sus ligamentos. Así las cosas, el precio pagado por el actor para lograr tan enorme interpretación resultó francamente alto.
Robert De Niro por “Toro Salvaje”: Uno de los más ilustres miembros de listas de este tiempo siempre debe ser el grandísimo Robert de Niro. Nuestro querido Bobby es famoso por dejarse el pellejo con cada personaje al que interpreta, pero la palma se la lleva el Jake Lamotta que se sacó de la manga para “Toro Salvaje”. El caso requiere especial atención, porque la exigencia a la que se enfrentaba De Niro era la de cambiar el cuerpo propio de un boxeador por el del orondo tipo en el que se convertía al final. El hecho de ganar la friolera de 30 kilos en un breve periodo de tiempo provocaron serios problemas respiratorios al actor. De hecho, una vez finalizado el rodaje De Niro tendría serias dificultades para recuperar su peso adecuado. La exigencia emocional que había requerido su interpretación dejó al actor K.O. varios meses. El premio al esfuerzo y a la sublime interpretación sería su segundo Oscar.
(Parte I)