Ya era el momento de que una plataforma pusiese las cosas en su sitio. Hablar de la aportación de Stephen King al mundo del cine está de más. El sensacional novelista lleva décadas ofreciendo materiales para la gran pantalla, convertidos hoy en grandes películas. Un camino plagado de maravillas que encontraba, allá por el año 2007, una parada gloriosa y terrible titulada La niebla.
Resultaba inaceptable que intentásemos ver La niebla y que no la encontrásemos en ninguna plataforma de streaming. Por suerte, en Netflix han decidido que era el momento ideal para llenar nuestras vidas de terror. En un pequeño pueblo de Maine (¿A dónde si no?), se una suerte de extraña tormenta. Una espesa niebla empieza a cubrirlo todo. Pero algo terrible se esconde detrás de la espesura. Criaturas extrañas y salvajes acaban con la vida de todo el que salga a la niebla.
¿Qué os vamos a decir? Pues que la adaptación que Frank Darabont (Cadena perpetua, La milla verde) es brutal en cada uno de sus minutos, sobre todo nos ofrece el que probablemente sea uno de los mejores finales de la historia del cine. Una secuencia de cierre que, si todavía no habéis visto, os va a dejar noqueados a niveles que ni imagináis. Eso es un trauma a la altura de la caja final de Seven.
Por eso y por mil razones más os invitamos a acompañar a Thomas Jane en esa escalofriante maravilla titulada La Niebla, una de las mejores adaptaciones cinematográficas de una obra de Stephen King. Este tipo debería vivir para siempre…