Puede que estemos ante una de las cintas más injustamente olvidadas de los años 90. Por aquel entonces, existía una afición incomprensible a entender que las películas en las que se embarcaba Brad Pitt tenían como único atractivo su cara bonita. Nada más lejos de la realidad, ya que el sensacional actor siempre ha desprendido talento a raudales y tiene una mano excelente para elegir proyectos. Siete años en el Tibet es un genial ejemplo.
Heinrich Harrer fue un famoso alpinista austríaco que intentó la ascensión al Nanga Parbat; desgraciadamente, su aventura se vio bruscamente interrumpida por el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Tanto él como su compañero, Peter Ausehnaiter, fueron recluidos en un campo de concentración, del que lograron escapar a través de las montañas.
Puede que la película no llegue tan alto como pretendía. Seguramente su excesiva ambición tenga mucho que ver en el hecho de que no se la recuerde como debería. En cualquier caso, Siete años en el Tibet es una hermosa y memorable experiencia cinematográfica que ahora podemos disfrutar gracias a Netflix.