Es, sin lugar a dudas, uno de los giros más emblemáticos de la historia del cine. Después de arrasar con la primera entrega de Star Wars, George Lucas tenía el plan ideal para conseguir una secuela que dejase a todos absolutamente asombrados. Y es que aquel inolvidable “Yo soy tu padre” pronunciado por Darth Vader es una escena de esas imprescindibles dentro de la historia del cine, además de pieza fundamental para el éxito de la película.
¿Cómo consiguió Lucas que nadie filtrase lo que iba a ocurrir? Pues consiguiendo ocultarlo a todo el equipo. De hecho, incluso los propios implicados desconocían lo que estaba ocurriendo allí. Así lo confesaba el propio Mark Hamill en una entrevista para ScreenRant: “El secreto del moento lo mantuvieron hasta el final. En el guión podía leerse un giro que era fantástico, pero diferente. Lo que decía Vader era que Obi-Wan mató a mi padre. entonces yo lanzaba el grito desgarrador”.
Efectivamente, nadie en el set de rodaje sabía lo que realmente estaba ocurriendo allí. Todos creían que se iba a confesar que Obi-Wan había matado al padre de Luke. La idea era que en la post-producción, James Earl Jones dijese la frase real, pero ya a muy poco del estreno del filme. Sin embargo, Irving Kershner, director del filme, decidía compartir la información con Mark Hamill justo antes de rodarla.
“Antes de rodar esa escena, Irving me dijo: ‘Mira, voy a contarte una cosa. George lo sabe, yo lo sé, y cuando te lo haya contado, serás la tercera persona en saberlo. De modo que, si se filtra, sabremos que has sido tú”. Así es como se evitan filtraciones y spoilers.
No Responses