Es un hecho que las cosas se han puesto francamente feas para el cine de superhéroes. No hace mucho, cualquier irrupción en cines de Marvel o DC era casi una garantía de éxito. Todos estábamos enloquecidos con esos entramados en forma de tela de araña diseñados a base de películas conectadas entre sí. Lo que pasa es que, poco a poco, lo originalidad ha ido perdiendo terreno. Al mismo tiempo, muchos de los personajes más queridos por el gran público iban despidiéndose también. La desafección se hacía patente.
Particularmente desde la pandemia, las cintas de DC han caído en picado. En Marvel no se han desmoronado tanto, pero sus películas recaudan la mitad de lo que recaudaban. Los espectadores ya no corren en masa a los cines cada vez que hay un nuevo lanzamiento. De hecho la pereza se ha apoderado de demasiados de nosotros, lo que se ve reflejado en la irrelevancia con la que se plantan en nuestras salas nuevas películas. The Marvels es el mejor ejemplo de ello.
La realidad es que el próximo 10 de noviembre hay un nuevo estreno de Marvel y no se siente en el ambiente que genere interés alguno. La segunda entrega de Capitana Marvel esta en serio riesgo de batacazo en taquilla. Una película realmente cara, pero que ha provocado cero hype. Y es que encima el personaje de Carol Danvers nunca ha terminado de entrar bien entre el gran público.
Visto lo visto, Marvel se enfrenta a un nuevo patinazo después del sufrido con la tercera entrega de Ant-Man. Esperemos que de cara al futuro las cosas se enderecen, porque de lo contrario el universo cinematográfico de Marvel empezará a encontrarse en serios apuros.