Que está funcionando a las mil maravillas es un hecho, pero la explicación a todo ello es más bien una incógnita. Hay proyectos que entran bien entre el gran público por una mera cuestión de campañas promocionales arrolladoras. Puede que esa sea la razón de que Awareness esté consiguiendo meterse en el bolsillo a incontables usuarios de Prime Video. La cinta española de ciencia ficción llegaba al Festival de Sitges con la vitola de ser uno de los proyectos más esperados de final de año, pero ya en el certamen del gorila quedaba claro que lo que se venía era un desastre en toda regla.
Ian es un adolescente rebelde que vive con su padre al margen de la sociedad. Sobreviven a base de pequeños timos gracias a la extraordinaria habilidad de Ian para proyectar ilusiones visuales en la mente de los demás. Tras perder el control sobre sus poderes en público, una misteriosa agencia secreta comienza a perseguirle. En su huida, Ian descubrirá que no es el único y que toda su vida ha sido una mentira.
Con ese argumento se presentaba Awareness. Con eso y con un reparto repleto de nombres con tirón, del calibre de María Pedraza, Pedro Alonso y Óscar Jaenada. El problema aparecía con una propuesta pobrísima y llena de lugares comunes. Ni el buen acabado estético servía para paliar los infinitos problemas de una película completamente plana que, sin embargo, está funcionando genial entre el gran público. De momento parece que su éxito es cosa de la novedad. Veremos si Awareness sobrevive al paso de los días, pero mucha pinta no tiene.