Al fin llegó el momento que todos estábamos esperando. Pasado viernes se plantaba en las salas de cine de todo el planeta Los asesinos de la luna, la nueva película de nuestro queridísimo Martin Scorsese. El director volvía a ponerse detrás de las cámaras cuatro años después de su última película y lo hacía reuniendo al fin en la gran pantalla a sus dos actores fetiche. Los dos intérpretes junto a los que el veterano director ha construido su carrera. Hablamos de Leonardo DiCaprio y Robert De Niro.
Efectivamente, Los asesinos de la luna ha resultado un exitazo en toda regla. Peliculón de proporciones épicas llamada a juntar una docena de nominaciones en la próxima edición de los Oscar. Y de ello tienen buena culpa los dos protagonistas de la película. Dos intérpretes sin los que nada habría funcionado ni remotamente igual, pero que tuvieron una relación bastante tensa a lo largo de todo el rodaje.
Tal y como ha confesado en una entrevista concedida al Wall Street Journal, el bueno de Martin Scorsese se veía obligado a mediar entre sus dos protagonistas a consecuencia, principalmente, de la tendencia de Leonardo DiCaprio a improvisar. Estas decisiones no lo hacían ninguna gracia a un Robert de Niro que se quedaba en silencio cada vez que a su compañero de reparto le daba por salirse del guion. Así, Scorsese tenía que explicarle a DiCaprio la improcedencia de sus improvisaciones.
“Cada vez que Leo improvisaba, Bob (De Niro) y yo nos mirábamos y poníamos los ojos en blanco”, confesaba el propio Martin Scorsese, más afín a trabajar de una forma cercana al libreto. Así, Leonardo DiCaprio y Robert De Niro mantenían una relación realmente tensa durante todo el rodaje de Los asesinos de la luna. Entre grandes a veces ocurren estas cosas.