Siempre fue una muchacha de lo más rebelde. Ponernos a enumerar lo que supone Steven Spielberg para el cine es innecesario. Hablamos de uno de esos tipos en los que sería imposible entender la historia del séptimo arte. Un fenómeno en toda regla al que nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos, y que se ha encontrado con que su hija también siente una pasión desmedida por las cámaras, pero en una disciplina que no le hace ninguna gracia a sus padres.
Mikaela Spielberg siempre se definió como una mujer extremadamente sexual. De hecho, hace unos años sorprendía explicando su deseo de dedicarse al mundo del striptease e incluso al cine porno, algo a lo que se oponían directamente sus padres. Tanto Steven Spielberg como su esposa Kate Capshaw no aprobaban de ninguna manera que Mikaela siguiese dando pasos en esa dirección. Algo que, finalmente, no ha supuesto ningún obstáculo para la joven.
“Mi seguridad siempre ha sido la principal prioridad para mis padres, pero me cansé de no poder sacar provecho de mi cuerpo. Me gusta hacer este de trabajo. Me gusta satisfacer a otras personas, es algo gratificante”, declaraba Mikaela Spielberg.
Así, la realidad es que, a sus 27 años, Mikaela Spielberg se dedica por completo al mundo del porno. Sus vídeos pueden verse también en una cuenta de OnlyFans qué rentabiliza a lo grande. Una forma de vida que se ha convertido en un auténtico foco de disgustos para Steven Spielberg, pero que a Mikaela parece encantarle.