Es una de las mejores actrices de las últimas décadas. Muchas veces pasa con intérpretes como Charlize Theron que su inmensa belleza eclipsa el inmenso talento que atesoran. Sin embargo, nuestra queridísima Charlize lograban imponerse a esa imagen a base de trabajos descomunales. Un camino que le llevaba incluso a ganar el Oscar en el año 2004 por su papel en Monster. Un personaje arrollador que aceptaba después de encajar una de las mayores decepciones de toda su carrera profesional.
Charlize Theron era una de las protagonistas de Chicago. El musical de Rob Marshall contaba inicialmente con ella para dar vida al personaje de Roxie Hart. Sin embargo, el director decidía prescindir de Charlize con el proyecto ya en marcha, poniendo su papel en manos de Renée Zellweger.
“Inicialmente el director del proyecto iba a ser otro. Él me fichó. Pero luego se desvinculó del proyecto y el nuevo director no quería hacer la película conmigo. Entonces me despidió… Estaba realmente desanimada. Creo que porque lo tenía y pensé: ‘Ah… Voy a hacer esta película’. Y luego me echaron”, confesaba una Charlize Theron cuya decepción aumentaba todavía más al ver el éxito de Chicago. Por suerte, un año después se alzaba con el Oscar. Imposible encontrar mejor forma para compensar el bajón.