El sargento Tom Highway, veterano de las guerras de Vietnam y Corea, vuelve a los Estados Unidos para llevar a cabo una misión nada fácil: instruir a un grupo de novatos desmotivados e indisciplinados para convertirlos en auténticos marines. Como ya habréis detectado, estamos ante una de las cintas más emblemáticas de la carrera de nuestro queridísimo Clint.
El revolver más rápido del cine, el sargento de hierro y el detective Harry “el Sucio” Callahan merecen honores. Hoy parece un anciano sensible que hace películas de Oscar y su filmografía como director es de las mejores de la historia del séptimo arte. Sin embargo, las calderas siguen funcionando dentro de nuestro adorado Clint Eastwood. Pocos tipos así de duros y con una presencia tan imponente como la del veterano intérprete.
Entre las mejores escenas del cine, se nos ha hecho imposible no recordar la de su Highway de El Sargento de Hierro al entrar y encontrarse frente a frente con los nuevos reclutas por vez primera. El derroche de testosterona es difícil de cuantificar. Toda una declaración de intenciones de lo que los jóvenes se iban a encontrar.
Hice la mili en el año 91 y fue la primera película que nos pusieron en el cuartel, por algo sería ja ja
Me figuro que dicha introducción ya habrá sido censurada y/o adaptada a los tiempos que corren por los ideólogos de la tolerancia…