Es una de nuestras actrices favoritas, no vamos a negarlo. Además, parece que la cámara la quiere. Es muy difícil de explicar, pero cada fotograma en pantalla de Jodie Foster tiene un poder de atracción inconmensurable. Para el recuerdo queda su interpretación de la eterna Clarice Starling en El silencio de los corderos, además de otras obras notables como Taxi Driver o la más reciente Nyad.
Sin embargo, parece que la veterana actriz no tiene pelos en la lengua a la hora de juzgar a las nuevas generaciones. Sus declaraciones de la llamada Generación Z son la mar de contundentes: “Son muy molestos, especialmente en el trabajo. Son como: Nah, hoy no me siento inspirado así que llegaré sobre las 10:30 de la mañana“. Además, ha puesto un ejemplo muy claro: “en los emails, les digo: Esto no está bien escrito gramaticalmente, ¿no has revisado la pronunciación?; y me contestan: ¿Por qué debería hacerlo? ¿Eso no supone ponerse límites?”
Por todo ello, parece que las antiguas y nuevas generaciones chocan en más de un aspecto sobre cómo debe hacerse el trabajo. No nos cabe duda de que Jodie Foster tiene mucho que enseñar a los actores y actrices más jóvenes. No obstante, los tiempos cambian y la forma de trabajar también. Por ello, nuestra querida Jodie tendrá que hacer un ejercicio de actualización para así poder compartir pantalla con otros rostros que, al igual que ella, irradian talento por cada poro de su cuerpo.