No se puede negar que han puesto toda la carne en el asador, pero las cosas no están saliendo como esperaban. En su afán por colarse de lleno en la lucha de la producción audiovisual y con su enorme apuesta por el mundo del streaming, Apple se está dejando una millonada. La compañía, vía Apple TV+, no está reparando en gastos para conseguir la mezcla perfecta entre calidad y rentabilidad. Apuestan por los creativos más importantes del mundo y les ponen en sus manos cantidades ingentes de dinero. El problema es que la fórmula no está funcionando.
Si miramos lo ocurrido en los últimos meses, el problema de Apple TV+ se hace más que evidente. Los asesinos de la luna, Napoleón y la reciente Argylle han sido sus lanzamientos en cines, con vistas a un aterrizaje en su parrilla con unos tres meses de diferencia de cara al aterrizaje en la plataforma. Detrás de las tres películas nos encontramos nombres del calibre de Martin Scorsese, Ridley Scott y Matthew Vaughn. Tres de los mejores directores del planeta. Cabría pensar que las cintas serían grandes éxitos, pero nada más lejos de la realidad.
Los asesinos de la luna es una maravilla, Napoleón no funciona de ninguna de las maneras y Argylle es directamente un desastre. En cualquier caso, las tres comparten un presupuesto superior a los 200 millones de dólares y también el haber fracasado estrepitosamente en las taquillas de todo el mundo. Por alguna razón, lo que parecía un plan infalible está causando un enorme agujero en las arcas de Apple TV+. La compañía está en serios apuros y a nadie le sorprendería un cambio drástico de política en los próximos meses. Lástima, porque merecían mejor suerte.